Este martes se realizó en el Palacio de La Moneda la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales 2025, encabezada por el Presidente de la República, Gabriel Boric, y que contó con la presencia de ministros de Estado –como los ministros de Educación, Nicolás Cataldo; de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aldo Valle; y la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo– y autoridades académicas, como la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, y rectores de otras universidades.
En la ceremonia, que comenzó con una presentación del coro de Pudahuel, se reconoció a José Bengoa con el Premio Nacional de Historia; a Delia Vergara con el Premio Nacional de Periodismo; a Alejandro Maass con el Premio Nacional de Ciencias Exactas; a Alejandro “Mono” González con el Premio Nacional de Artes Plásticas; a Jaime Vadell con el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales; a Ramón Díaz Eterovic con el Premio Nacional de Literatura -todas y todos egresados de la U. de Chile-; y a Juan Casassus con el Premio Nacional en Ciencias de la Educación.
“Los Premios Nacionales son el reconocimiento a una trayectoria, pero detrás de esa trayectoria hay mucho esfuerzo, mucha pasión, mucho sacrificio –tanto familiar, como lo han destacado ustedes, como de compañeros y compañeras de profesión, de oficio– que al final del día les permiten estar acá”, aseguró el Presidente Boric. “Sus obras le han hecho bien a Chile y han contribuido, de una u otra manera, a crear una mejor sociedad. Hoy les decimos que los queremos, que los admiramos y que estamos orgullosos, como Estado de Chile, de cada uno de ustedes”, agregó.
De los siete homenajeados, seis tienen una estrecha relación con la Universidad de Chile: Alejandro Maass es Profesor Titular del Departamento de Ingeniería Matemática de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y José Bengoa formó parte del Centro de Estudios Socioeconómicos y de la Escuela de Economía hasta 1973 –cuando fue exonerado por la dictadura–. Adicionalmente, Delia Vergara estudió Periodismo en la U. de Chile, “Mono” González egresó de Diseño Teatral, Jaime Vadell lo hizo en Teatro y Ramón Díaz Eterovic en Administración Pública.
La Rectora Devés ha destacado que los Premios Nacionales "se alzan como referentes de lo que es posible lograr cuando el talento y la creatividad se ponen al servicio de una causa mayor”. “Sus obras y su legado trascienden sus propias trayectorias personales y encarnan el espíritu público que distingue a nuestra casa de estudios”, señaló cuando la U. de Chile les entregó una Medalla Rectoral a los homenajeados en el marco del aniversario 183 de la institución.

Un “momento de agradecer”
El primero en recibir el reconocimiento en La Moneda fue Juan Casassus, quien señaló que recibir el reconocimiento es "es algo extraordinario" y que es "evidencia de que la educación sí puede ser transformada, y puede ser transformada en poco tiempo".
A él le siguió José Bengoa, quien recordó su paso por el Coro Sinfónico de la U. de Chile y contó que “aquí, en este mismo lugar, le cantamos al Presidente Salvador Allende cuando venía entrando a La Moneda”. “Es momento de agradecer. No es fácil que en vida a uno le cuenten lo que hizo y si lo hizo bien. Generalmente, esas cosas se cuentan con gladiolos sobre la cabeza; entonces estoy muy agradecido”, dijo.
Por su parte, Delia Vergara agradeció a su padre por impulsarla a estudiar Periodismo, “una carrera muy especial porque cubre el mundo entero y uno elige dónde quiere ir”. Así, recordó hitos de su carrera como la fundación de la Revista Paula, “una revista moderna, escrita enteramente por jóvenes periodistas”, y la creación y dirección de El Diario de Cooperativa durante la dictadura, lo que calificó como “un atrevimiento, en un tiempo en que el periodismo estaba callado mientras se cometían a diario crímenes inaceptables”.
En tanto, el profesor Alejandro Maass destacó el trabajo del Centro de Modelamiento Matemático (CMM), donde “hemos buscado hace por lo menos 30 años hacer de la matemática un activo social y cultural para Chile, desde el cual queremos nutrirnos de los problemas de la sociedad, de su industria, de las políticas públicas, de otras ciencias, para poder crear matemáticas y aportar desde ahí. En el Centro creemos firmemente en la ciencia colectiva para el desarrollo de Chile”, dijo.
“Este premio no es del ‘Mono’ González: es de una manera de ver la cultura desde otra forma, desde otro lugar, de abajo para arriba; es de la cultura y del arte escrito en los muros de las calles encarnadas en las poblaciones, en las arterias donde circulan sus habitantes”, dijo por su parte Alejandro González, quien describió su trabajo como “una iconografía de la esperanza”.
“Me siento muy honrado, muy orgulloso y muy nervioso, pero muy contento de recibir este premio por parte del Estado chileno. Eso significa que el Estado me convierte en un artista nacional. Eso me llena de felicidad, de orgullo y también de responsabilidad”, afirmó Jaime Vadell.
Por último, Ramón Díaz Eterovic agradeció a su personaje icónico, Heredia, y relató su decisión literaria de “hacer una apuesta que en el ámbito de la literatura chilena suponía trabajar desde una doble marginalidad: primero, la escritura dentro de los códigos de una forma literaria poco transitada, y segundo, el abordaje de temas asociados inicialmente a los tiempos de la dictadura, y luego a las carencias de la sociedad en la que vivimos”. “Escribo, en definitiva, para reflejar lo que está en toda auténtica expresión literaria: la condición humana”, dijo.
La ceremonia contó con un momento especial para recordar a cuatro Premios Nacionales que fallecieron durante 2025: el profesor Gonzalo Díaz, Premio Nacional de Artes Plásticas 2003; Héctor Noguera, Premio Nacional de las Artes de la Representación y Audiovisuales 2015; Iván Núñez, Premio Nacional de Educación 2015 y Gastón Soublette, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2023.
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