Por segundo año consecutivo, la Universidad de Chile, a través de su Dirección de Creación Artística (DiCREA) de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo y el Departamento de Danza de la Facultad de Artes, convocó a jóvenes creadores y creadoras de todo el país a presentar obras inéditas de danza contemporánea. Tras la recepción y evaluación de las 20 propuestas recibidas, finalmente se dieron a conocer las ocho obras que serán parte de Coreográficas 25, encuentro que tendrá lugar los días 12 y 13 de diciembre de 2025 en la Sala Antonio Varas del Teatro Nacional Chileno, histórico escenario de las artes escénicas nacionales.
Así, estas ocho obras conforman una suerte de mapa de la danza emergente en Chile, donde el cuerpo se erige como archivo, frontera y herramienta de transformación. Seleccionadas tras un proceso de deliberación que reunió a un jurado compuesto por representantes regionales, artistas y académicos del ámbito de la danza, estas piezas conforman un corpus sensible y diverso que aborda temáticas que van desde la memoria y la identidad hasta la tecnología, el deseo y la relación entre cuerpo y territorio, invitando a reflexionar sobre la vulnerabilidad, la reinvención y los nuevos lenguajes del movimiento.
Las obras seleccionadas, que obtuvieron la mayor valoración con base en los criterios de originalidad, singularidad del proyecto y propuesta artística, son: “Y me suspendí tanto que la caída fue inevitable” de Juan Gómez; “Cascarita” de Fernanda Zamorano Chávez; “Naime نايمة. Danzar una lengua olvidada” de Mayra Belén Eltit Fuentes; “Liminal: el hábito de un cuerpo ausente” de Millaray Arias Chacón. También forman parte “Cabeza” de Víctor Celedón Salazar; “El miedo toca tu puerta” de Ema Quilodrán Quilodrán; “I’m Just a Boy” de Yvo Saintard Wegener; y “Habitanz” de Mónica Rogers Gálvez.
“Coreográficas ha logrado instalar un espacio de experimentación y visibilización para nuevas generaciones de coreógrafos, fortaleciendo la relación entre los procesos creativos universitarios o emergentes, y la escena nacional contemporánea. Este encuentro no solo permite mostrar obras, sino también propiciar el diálogo entre pares y ampliar las posibilidades de circulación de la danza”, destacó Fernando Gaspar, director de Creación Artística de la U. de Chile.
Por su parte, Paulina Mellado, académica y Directora de Extensión y Comunicaciones del Departamento de Danza, señaló que “la segunda edición de Coreográficas confirma la necesidad de un espacio como este dentro del ecosistema de la danza chilena: un encuentro que fomenta la diversidad de prácticas, territorios y metodologías de creación que hoy están expandiendo el campo coreográfico”.
Coreográficas 25 desplegará su programación en dos funciones completamente gratuitas y abiertas a todo público. Además de ser una plataforma de exhibición, el encuentro propone un espacio de intercambio entre compañías, intérpretes y espectadores, reafirmando el compromiso de la U. de Chile con el fomento a la creación contemporánea, la formación de nuevas audiencias y la democratización del acceso a las artes escénicas en el país.
Las propuestas seleccionadas para Coreográficas 25
Las ocho obras que integran esta nueva edición de Coreográficas reflejan la vitalidad y la diversidad de la danza contemporánea emergente en Chile. En ellas, el cuerpo se presenta como territorio de memoria, deseo y transformación, proponiendo lenguajes que dialogan con lo íntimo, lo político y lo experimental.
En “Y me suspendí tanto que la caída fue inevitable”, Juan Gómez explora la tensión entre suspensión y desplome como gesto físico y emocional. La obra, interpretada por dos bailarines, revisita el pas de deux clásico desde una mirada contemporánea.
“Cascarita”, de Fernanda Zamorano Chávez, propone un viaje interior a través del cuerpo que se abre y se transforma, como una cáscara expuesta al calor. La pieza explora la impermanencia y el vacío como fuerzas vitales, en una danza que oscila entre lo vegetal y lo humano.
“Para mí, el diálogo entre la impermanencia y el cuerpo es el motor de mi danza. Lo veo como una confrontación hermosa entre la quietud y la vida. Mi punto de partida siempre es una imagen quieta, algo fijo en dos dimensiones, como una pose de un grabado o una pintura. Mi trabajo es, literalmente, forzar esa quietud a entrar en la realidad tridimensional, que es el cuerpo vivo”, puntualizó la egresada del Dpto. de Danza UCHILE.
Sobre sus motivaciones para postular a Coreográficas 25 comentó: “Lo que más me motiva es la posibilidad de compartir el método. Siento que es una herramienta súper práctica y liberadora que le puede servir mucho a otros estudiantes y creadores.”
En “Naime نايمة. Danzar una lengua olvidada”, Mayra Eltit reconstruye la memoria palestina y la herencia árabe a través del cuerpo, la voz y los archivos familiares.
“Por un lado, la memoria, el archivo y la lengua son estímulos para crear desde el cuerpo, el lenguaje corporal, por ejemplo, surge al seguir la caligrafía del alfabeto árabe. Por otro lado, son elementos que acercan a cierto entendimiento de lo palestino y lo árabe, más desde la sensación quizás que de una lógica racional. Así, nace una noción de identidad bien fragmentada, que salta de la infancia a archivos de familiares que no conocí y desde el privilegio de mirar hacia atrás, en tiempos donde la existencia de ciertas identidades está siendo borroneada”, señaló la egresada de Actuación de la Pontificia U. Católica de Chile.
A su vez, la actual estudiante del Magíster en Prácticas Coreográficas UCHILE valoró el espacio de “Coreográficas”: “Es una oportunidad que agradecemos mucho como colectivo emergente para poder compartir nuestro trabajo y nutrirnos de las demás obras. Esperamos poder conectar con audiencias que se interesen en estas problemáticas”.
Por su parte, “Liminal: el hábito de un cuerpo ausente”, de Millaray Arias Chacón, aborda el desgaste del cuerpo en la cotidianidad y la productividad, proponiendo una danza que oscila entre la disciplina y la fuga, entre la presencia y la desaparición.
En “Cabeza”, Víctor Celedón Salazar indaga en los modos de vinculación sexoafectiva dentro de las disidencias, explorando las tensiones que surgen entre deseo, tecnología y soledad.
“Me impulsa la necesidad de compartir reflexiones sobre cómo nos vinculamos en un mundo mediado por pantallas, donde incluso la forma de mirarnos se atraviesa por la lógica del capital”, comentó. Además, el estudiante del Dpto. de Danza de la UCHILE agregó: “Valoro que Coreográficas 25 sea un espacio para poner esas preguntas en movimiento y afirmar nuestras voces queer dentro de la creación escénica”.
“El miedo toca tu puerta”, de Ema Quilodrán, revisita el miedo como fuerza motriz de la existencia. Con una propuesta lumínica y sonora inspirada en el cine de terror, la obra transforma la emoción en energía vital.
En “I’m Just a Boy”, Yvo Saintard Wegener mezcla danza contemporánea, rap y danzas urbanas en una performance autobiográfica que cuestiona los modelos de masculinidad y propone una experiencia inmersiva, donde cuerpo y voz construyen una narrativa viva frente al público.
Finalmente, “Habitanz”, de Mónica Rogers Gálvez, nace del vínculo entre cuerpo y territorio. A partir de registros somáticos realizados en cerros y ríos del Valle del Cachapoal, la artista transforma su experiencia rural en una poética corporal donde el paisaje se vuelve movimiento y memoria.
Coreográficas 24 en GAM
La primera edición de Coreográficas, realizada en 2024, dejó importantes huellas. Dos de las obras seleccionadas en esa versión: “en pliegue” de Camila Delgado y “VOID (Parte II: Caos)” de Javier Lecaros, fueron programadas este año en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) el 25 y 26 de octubre a las 17:00 horas, como parte del Foro de las Artes.
Este salto hacia uno de los escenarios más relevantes de Santiago reafirma el carácter proyectivo y formativo de Coreográficas, consolidando su rol como plataforma que impulsa nuevas creaciones hacia circuitos profesionales de exhibición y circulación.