De esta forma, la actividad organizada por el equipo de técnicas culinarias del Departamento de Nutrición y efectuada el 20 de octubre de 2025 contó con las ponencias del doctor Óscar Barrera, nutriólogo y chef, @oscarbarreramarengo en Instagram; la chef Camila Peñaloza, @antojista en la misma red social, el académico de la Escuela de Nutrición y Dietética y también chef Juan José Herrera, @razonysazon, y de la docente Paola Cáceres, profesora asociada del departamento organizador.
Esta última abordó el tema de la medicina culinaria, como una disciplina basada en la evidencia orientada a fusionar las artes culinarias con las ciencias de la nutrición y la medicina. “Al ser intervenciones interdisciplinarias es por eso que aquí está el equipo ideal para hacer medicina culinaria: los médicos, ya que son los que tienen la primera interacción con el usuario o usuaria que tiene alguna patología y son los encargados de diseñar el plan de tratamiento, entre lo cual estarían estos talleres de cocina. Pero además están los chefs, que son los encargados por supuesto de la manipulación de alimentos para transformarlos en recetas que sean apetitosas, pero al mismo saludables. Y por supuesto se encuentra el nutricionista-dietista, que es aquel que está formado para diseñar planes de alimentación y además también tiene una formación sólida en alimentos y en técnicas culinarias, así como conocimiento en intervenciones comunitarias para poder diseñar programas y planes educativos. La experiencia de estos tres profesionales juntos, para abordar las temáticas de salud en personas que tengan la necesidad de prevenir o de tratar alguna patología mediante la alimentación es lo que se denomina medicina culinaria”.
Pero, añadió “un alimento por sí solo, o ciertas preparaciones culinarias por sí solas no van a tratar una patología, ya que estas son multicausales y requieren un abordaje que debe ser biopsico-social y no solo relacionado con lo que comemos. Entonces, este es un riesgo de la medicina culinaria, que he visto cada vez más en redes sociales, influencers e incluso algunos profesionales de la salud que hablan sobre alimentos y preparaciones culinarias con fines terapéuticos y dicen muchas cosas que no son ciertas, no están basadas en la evidencia y además que contribuyen a la desinformación de la población. Entonces, ¿quiénes deben ejercer la medicina culinaria? Debe ser un equipo interdisciplinar donde haya un médico, un nutricionista y un chef, porque las habilidades de estos tres profesionales en conjunto son vitales para entregar talleres de cocina que tengan un fin preventivo en salud y que no sean solo cocinar por cocinar, con un modelo de intervención enfocado en un plan de tratamiento y seguimiento”.
Posteriormente, el doctor Barrera se refirió al impacto de la gastronomía y de las técnicas culinarias en la prevención de patologías, mostrando en primer término los resultados de los diferentes modelos de alimentación en países como España, Italia, Dinamarca o Japón, para luego ahondar en que el desafío en Chile es valorizar el recetario tradicional, por sus propiedades nutricionales –el sofrito como base de las preparaciones locales, señaló, es una fuente de fibra y antioxidantes-, y por su base mediterránea, dada la alta presencia de legumbres y pescados.
Luego, la chef Camila Peñaloza abordó el tema “Cocina sustentable y desperdicio cero”, enfocándose en la importancia de utilizar los productos de temporada, comprender sus usos y nutrientes, además para evitar la pérdida de alimentos.
Finalmente, en el encuentro se realizó una mesa redonda en la que los exponentes abordaron los tres ejes centrales: medicina culinaria, nutrición y gastronomía, y sustentabilidad, ofreciendo un espacio de reflexión y diálogo interdisciplinario con los asistentes.