Entrevista

Casa de Bello publica libro sobre la historia de la extensión universitaria (1842-2022)

Casa de Bello publica libro sobre la historia de la extensión universitaria
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La publicación reconstruye la trayectoria de la extensión universitaria en la Casa de Bello desde sus orígenes en el siglo XIX hasta la actualidad, abordando su evolución como una práctica académica, social y política estrechamente ligada a la educación pública.
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En esta entrevista, Biotti y Flores relatan el proceso que dio origen a la obra, reflexionan sobre la importancia de preservar la memoria institucional y analizan los desafíos contemporáneos de la extensión frente a los cambios sociales, ambientales y tecnológicos que enfrenta el país.
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Matías Flores: "Hoy la extensión debe fortalecer la colaboración con organizaciones sociales y gobiernos locales. Su valor está en abrir espacios de diálogo y articular saberes diversos para abordar los conflictos sociales".
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Ariadna Biotti: "La extensión es una práctica en constante construcción. Su desafío es enfrentar la realidad, ofreciendo preguntas y respuestas desde el conocimiento universitario. Mirar la historia nos ayuda a comprender ese rol público y a proyectar una universidad más comprometida con el país y con el tiempo que vivimos".

El libro Historia de la Extensión en la Universidad de Chile (1842-2022). Compromiso con la sociedad es el resultado de una extensa investigación desarrollada por Matías Flores, sociólogo y doctor en Sociología y Desarrollo por la Universidad de Cornell, y Ariadna Biotti Silva, doctora en Historia por la École des Hautes Études en Sciences Sociales (París) y la Universidad de Chile, actualmente coordinadora del Área de Investigación Patrimonial del Archivo Central Andrés Bello de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones.

La publicación reconstruye la trayectoria de la extensión universitaria en la Casa de Bello desde sus orígenes en el siglo XIX hasta la actualidad, abordando su evolución como una práctica académica, social y política estrechamente ligada a la educación pública. A partir del rescate de archivos dispersos, manuscritos inéditos y testimonios de distintas generaciones universitarias, la investigación ofrece una mirada histórica sobre cómo la extensión ha articulado los vínculos entre universidad y sociedad, y cómo su sentido ha sido reinterpretado en distintos momentos del país.

En esta entrevista, Biotti y Flores relatan el proceso que dio origen a la obra, reflexionan sobre la importancia de preservar la memoria institucional y analizan los desafíos contemporáneos de la extensión frente a los cambios sociales, ambientales y tecnológicos que enfrenta el país.

—¿Cómo nace la idea de este libro y cuál fue su punto de partida?

Matías Flores: El libro surge de un trabajo iniciado en la Vicerrectoría de Extensión de Francisco Bruñoli, la primera creada en 2006. Ese intento de valorar la extensión como función académica implicaba mirar al pasado para recuperar una historia truncada por la dictadura. El proyecto quedó inconcluso, pero años después encontramos el manuscrito original y decidimos retomarlo.

Ariadna Biotti: Detrás de todo hubo una preocupación histórica constante: entender la extensión como un legado y una necesidad. Desde 2006, todas las vicerrectorías han sostenido trabajos de investigación histórica sobre el tema, ampliando fuentes para  fortalecer la identidad pública de la universidad.

—¿Cómo abordaron el proceso de investigación y qué fuentes utilizaron?

Matías Flores: En mi caso trabajé la primera mitad del siglo XX, investigando la figura de Amanda Labarca, pionera de la extensión universitaria. Revisé actas del Consejo Universitario y materiales del Archivo Central Andrés Bello, además de publicaciones, folletos y prensa de la época. Incluso encontré documentos sobre Labarca en Estados Unidos, donde tuvo vínculos académicos importantes.

Ariadna Biotti: El desafío fue enorme. Partimos con un manuscrito incompleto y descubrimos que no existía un fondo documental específico sobre la historia de la extensión. Tuvimos que rastrear materiales dispersos, actualizar contenidos y generar nuevas entrevistas con ex vicerrectoras y familiares de figuras clave. Esa carencia documental revela la necesidad de construir un archivo propio de la extensión universitaria.

—El libro utiliza el término “extensión” y no “vinculación con el medio”. ¿Por qué?

Matías Flores: “Extensión” es una palabra con tradición latinoamericana. En las últimas décadas surgió “vinculación con el medio” como intento de superar el concepto clásico, pero sin reconocer su riqueza histórica. Nosotros quisimos recuperar esa complejidad: la extensión no es solo transferencia, es diálogo, conciencia social y creación compartida de saberes.

Ariadna Biotti: Cada época ha resignificado la extensión. En los años 70, por ejemplo, fue una herramienta transformadora, orientada a la concientización social. En dictadura, en cambio, se redujo a una lógica más neoliberal. Hoy debemos recuperar su sentido más profundo: la extensión como práctica democrática y participativa.

—¿Qué hitos históricos destacan en el desarrollo de la extensión universitaria?

Ariadna Biotti: Uno fundamental fue el impulso de Valentín Letelier, quien formalizó la extensión en 1906. La Universidad de Chile nació con un espíritu expansivo, y Letelier lo llevó a la práctica. También son hitos relevantes la Primera Conferencia Latinoamericana de Extensión Universitaria de 1958, que consolidó a Chile como referente regional, el golpe de 1973 —que interrumpió ese proceso— y la reapertura de la Vicerrectoría de Extensión en 2006.

Matías Flores: Recuperar esta historia implica reescribir la historia de la Universidad de Chile, integrando a quienes construyeron desde la extensión, no solo a sus autoridades. La universidad que hoy conocemos está moldeada por ese compromiso público.

—¿Qué mensaje buscan transmitir a quienes no están familiarizados con la extensión universitaria?

Matías Flores: Que la universidad es una institución viva, hecha por todas las personas que la conforman. Este libro muestra que cada estudiante, funcionario y académico contribuye al legado común y que los procesos de cambio social también nacen desde la universidad.

Ariadna Biotti: Esperamos que sea una invitación a defender la universidad pública en un contexto donde enfrenta amenazas en muchos países. La extensión es un espacio de responsabilidad colectiva y de construcción democrática del conocimiento.

—Mirando al futuro, ¿cómo imaginan la extensión frente a los desafíos actuales como la desigualdad, la crisis climática o la digitalización?

Matías Flores: Hoy la extensión debe fortalecer la colaboración con organizaciones sociales y gobiernos locales. Su valor está en abrir espacios de diálogo y articular saberes diversos para abordar los conflictos sociales.

Ariadna Biotti: La extensión es una práctica en constante construcción. Su desafío es enfrentar la realidad, ofreciendo preguntas y  respuestas desde el conocimiento universitario. Mirar la historia nos ayuda a comprender ese rol público y a proyectar una universidad más comprometida con el país y con el tiempo que vivimos.